INCERTIDUMBRE PARA 35 EMPLEADOS DEL BAR CARAVATI
El propietario del Bar Caravati y otros espacios acusó al presidente del Club Social de un «atentado calificado» contra los empleados. Navarro le salió al cruce.
Los empleados del Bar Caravati, que funciona en la planta baja del Club Social ’25 de Agosto’, se manifestaron ayer en defensa de sus puestos de trabajo, ante la posibilidad de cierre del restaurante que funciona allí hace 14 años. El propietario de la empresa, Esteban Cano, denunció una maniobra malintencionada del presidente del Club, el abogado Arturo Navarro y pidió la intervención de organismos estatales para solucionar el conflicto. Además, anticipó que tanto él como el sindicato de UTHGRA analizan acciones legales por supuestos maltratos que vivieron algunas empleadas, quienes denuncian “hostigamientos” de parte de los socios.

En distintos momentos durante la jornada de ayer, los empleados del Bar Caravati se manifestaron en la puerta del local, dieron vueltas a la Plaza 25 de Mayo y participaron de un “abrazo” simbólico al restaurante, acompañados por colegas de otros emprendimientos gastronómicos y también por representantes del sindicato, quienes además llevaron banderas hasta el comercio. Muchos de ellos acompañaron con carteles en los que se podían leer consignas como “Navarro, esto no es Tesorieri”, o “Basta de violencia de género”.

En declaraciones periodísticas, Esteban Cano, propietario de este y otros emprendimientos, apuntó directamente al presidente del Club Social, pidió por la intervención del resto de los “socios dignos” y también del Estado para llegar a una solución; al tiempo que negó que la situación se trate de un inconveniente económico de la empresa.

“Más de un organismo del Estado debería intervenir, porque hay un Estado que se esfuerza todos los días por generar fuentes de trabajo privadas y nos encontramos con el presidente de un club, como Arturo Navarro, club que tiene fines sociales y está atentando contra 35 fuentes de trabajo directas”, reclamó Cano, respecto de la decisión de no renovar el alquiler del local, que según él fue intempestiva.

“Detrás de ese atentado al trabajo, imagino que intervendrán algunos organismos estatales. De mínimo debería haber una intervención de Personería Jurídica. No puedo entender la situación. Creo que es un atentado calificado, porque Arturo Navarro es abogado y sabe perfectamente que su falta de empatía y su irresponsabilidad no solo provocan la pérdida de los empleos, sino que atentan contra una empresa con empleados de 14 años de antigüedad que en el caso de despedir debería indemnizar con una suma de dinero extraordinaria. Es una decisión tomada con total y absoluta mala intención”, insistió el empresario.

En esa línea, remarcó que el conflicto no responde a una situación económica de la empresa. “Somos una empresa seria. No tenemos deuda impositiva, no debemos sueldos. Detrás de los 600 puestos de trabajo que tenemos, el índice de judiciabilidad es bajísimo. La empresa no tiene dificultades económicas, está muy bien administrada”, remarcó.

Además, dijo que buscará evitar desvincular a los empleados, pero pidió que el Estado intervenga. “Hacemos un enorme esfuerzo en una situación muy complicada. Detrás de ese esfuerzo, de alguna manera buscaremos contener a los trabajadores, pero no me parece que eso deba ocurrir y esperamos que los ‘socios dignos’ de este club, que son muchos, tengan la capacidad y la valentía de tomar una decisión distinta a la del presidente Arturo Navarro y que el Estado pueda intervenir y detrás de esa intervención se llegue a una solución”, remarcó.

Tras las manifestaciones de sus empleados, Cano agradeció el acompañamiento de todos y del gremio y les aseguró que “son libres de seguir manifestándose”.

Uno de los empleados del local aseguró que “estamos viviendo en la incertidumbre”. “Sabemos que nuestro jefe está buscando toda la ayuda posible y el apoyo para buscar renovar el contrato, pero nosotros como empleados no sabemos qué va a pasar. Vamos a seguir trabajando hasta el viernes pero no sabemos cómo sigue», señaló.n

Denuncian maltrato a mujeres
Por otra parte, en declaraciones a El Ancasti, una de las empleadas aseguró que están pasando un mal momento por la incertidumbre y están “viviendo el hostigamiento de los socios del club”. “Agradecemos muchísimo todo el apoyo de los compañeros del gremio y otros bares que nos están acompañando”, valoró la joven.

En ese sentido, otro empleado del bar declaró que “por comentarios que nos llegan del Club Social, el presidente del club quiere que nuestra encargada sea despedida”.

“Es la única que se les plantó a los caprichos y los comportamientos machistas que tenían muchos de ellos, que son hombres mayores y no les gustó que una chica joven les dijera que no. Todos los comentarios de ellos son en tono de burla y pedían la cabeza de ella para renovar el contrato”, comentó el empleado a El Ancasti.

A propósito de esa situación, Cano reconoció que escuchó “de distintas situaciones compatibles con malos tratos, quizás compatibles con delitos” que habrían sufrido sus empleadas. “Como empresa estamos evaluando con el área jurídica para ver qué pasos seguir y sé que lo mismo está realizando el gremio gastronómico”, explicó el empresario.

Navarro garantizó la fuente de trabajo para empleados
Ayer por la tarde, el presidente del Club Social, Arturno Navarro, salió al cruce del empresario Esteban Cano. Según expresó Navarro, Cano no tuvo intención de renovar el contrato. Añadió que la decisión de rescindir el contrato se tomó en asamblea de socios y garantizó que los empleados no perderán su fuente de trabajo ya que la condición para el nuevo inquilino será que absorba a la gente.

Navarro manifestó que «la empresa Plaza 25 SRL tenía un contrato hasta el día de hoy, estaba previsto que en caso de querer renovar este contrato, tenía que establecerse tres meses antes. Hace un mes recibí un llamado telefónico de Esteban Cano, que me notifica que no renovará el alquiler”, dijo Navarro en diálogo con Multimedios Ancasti.

«Hace 10 días, Cano cambió de idea y pidió renovar el alquiler”, dijo el presidente y agregó que a través de la Comisión Directiva, los socios del Club Social decidieron no renovarle el contrato por incumplimiento de algunas cláusulas. En este sentido, explicó que el punto de conflicto fue la atención hacia los socios del Club Social, ya que se había acordado un 50% de descuento en los precios de la carta del local gastronómico, más un lugar personalizado para los mismos y esto no se estaba cumpliendo.

Más adelante, Navarro negó acoso hacia alguna empleada o que se hubiera pedido la cabeza de alguien para dar continuidad a la relación contractual.

Por último, confirmó que ya tiene interesados para la explotación del restaurante y afirmó que la cláusula será que absorba a los empleados que trabajan para Esteban Cano.

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