INVESTIGACIÓN POR EL CRIMEN DE FUNCIONARIO
Los medios nacionales ponen el foco en el crimen del funcionario que hasta ahora no tiene a ningún detenido.
El medio nacional Infobae tuvo acceso a las dos necropsias realizadas al ministro Juan Carlos Rojas tras ser encontrado muerto en su casa de la zona norte de la Capital el pasado 2 de diciembre. Además, el diario realizó un recuento de la investigación hasta el momento.
Vale destacar que los medios nacionales siguen de cerca el caso, ya que lo comparan incluso con el reconocido homicidio de María Soledad Morales. En este caso, la periodista Cecilia Di Lodovico decidió iniciar su presentación con parte de la conferencia de prensa brindada por los familiares del funcionario asesinado:
“Ahora sabemos que papá no se cayó, que no se desmayó ni tuvo un infarto. Papá fue brutalmente golpeado, lo tuvieron de rodillas y lo golpearon, le reventaron el rostro, la boca, le reventaron un ojo, lo tuvieron de rodillas y así lo ultimaron rompiéndole la base del cráneo, le hicieron una abertura de extremo a extremo, lo arrastraron y lo tiraron en el patio. Luego limpiaron la escena, rompieron y dejaron todo tirado”. Con esa frase, los hijos de Juan Carlos Rojas, quien fuera ministro de Desarrollo Social de Catamarca al momento del crimen, provocaron conmoción político-judicial en la provincia gobernada por Raúl Jalil.
Rojas -también secretario general de la UTHGRA- había sido hallado muerto por su hijo Fernando en el piso del patio de su casa, como resultado de un aparente accidente casero.
Las sospechas sobre un presunto encubrimiento o la intención de disfrazar un crimen como un accidente comenzaron con la primera autopsia, realizada el 4 de diciembre de 2022, a las 19.15, en la camilla de operaciones de la Sala 01 de la Morgue Judicial de la capital catamarqueña por Daniela Miranda, asistida por Ricardo Tapia, de Cuerpo Interdisciplinario Forense, con la presencia del perito de parte Marina Laura Andrada.
En el documento, al que tuvo acceso Infobae, se describe el estado del cuerpo de Rojas, de 73 años. “Se encuentra con el torso desnudo, vestido con un calzoncillo (tipo short) de color oscuro y líneas de colores marrón, celeste y beige”. Luego de hacer constar que “se aguarda la realización de la operación tanatológica por parte del personal especializado”, se da por concluida la necropsia a las 21.50. Miranda, entonces, informó la causa de muerte: “Traumatismo craneoencefálico y hematoma subdural”.
Para muestras, se realizó la toma de extracciones de humor vítreo, orina, contenido gástrico, cerebro, hígado, sangre y pulmón.
Sin más detalles, los forenses refirieron que el informe médico completo se remitirá a la sede de la fiscalía de Instrucción interviniente, en este caso, a cargo de Laureano Palacios.
La médica a cargo de la autopsia anotó múltiples escoriaciones en un informe posterior, pero ante el escenario de una supuesta muerte natural, el fiscal Laureano ya había decidido entregar el cuerpo a la familia para su velatorio e inhumación. Natalia Rojas, hija del ex ministro, firmó el acta en el que se informaba la causa de muerte “sin tener nada que objetar”.
La segunda autopsia
Poco más de 24 horas más tarde se realizó una segunda autopsia: a las 19.50 del 5 de diciembre, el cuerpo del ex funcionario fue trasladado a la camilla de la Sala 2 de la Morgue Judicial, por orden del fiscal, “a los fines de determinar causales fehacientes de muerte y todo otro dato de interés que pudiera ser útil a la investigación”.
En esa oportunidad, Tapia volvió a cumplir su función como eviscerador, pero Miranda quedó afuera. La reemplazó el médico Sebastián Vega, quien también fue asistido por Lucrecia de Marcos y Silvina Salguero. Como peritos de parte, participaron Miguel Sanna y Mario Rolando Nassar.
Rojas, ahora, llevaba una camisa blanca, un pantalón de vestir oscuro, medias y zapatos oscuros. La familia planeaba velarlo cuando comenzaron las dudas sobre las causas de su fallecimiento.
La nueva autopsia finalizó a las 20.50 con un sutil cambio. Los médicos establecieron como causa de muerte un “traumatismo de craneoencefálico grave con hematoma subdural”. Ese “grave” puso la hipótesis del homicidio sobre la mesa.
Se extrajeron nuevas muestras de piel de las siguientes lesiones: excoriación lumbar, equimosis codo derecho, equimosis de hipocondrio derecho, excoriación hombro derecho, excoriación rodilla derecha, excoriación codo derecho cara interna, equimosis rodilla izquierda cara interna, excoriación muñeca izquierda, equimosis párpado izquierdo, excoriación mejilla izquierda, excoriación arco supraciliar derecho.
También se extrajo parte de la región frontal del cerebro, de ambos hemisferios y piel de la región occipital de cuero cabelludo. En las conclusiones complementarias, los peritos anotaron sobre la causa de muerte: “Traumatismo craneocenfálico grave con fractura bilateral y hematoma subdural frontal bilateral”.
Y las conclusiones médico-legales que están fechadas en el 6 de diciembre, anotaron, por primera vez, la hipótesis del asesinato:
“De acuerdo a las lesiones observadas, consideramos como altamente probable que la víctima sufrió un fuerte traumatismo en la región occipital, compatible con agresión con elemento contuso sin filo, con producción de hematoma subdural frontal bilateral por caída hacia adelante e impacto frontal contra el piso”.
Es decir, que a Rojas le habrían pegado detrás de la cabeza y que ese golpe provocó que cayera hacia el piso de frente. En pocas palabras: fue víctima de un cruento homicidio.
“Existen lesiones en miembros superiores e inferiores de aspecto vital que sugiere la existencia de traumatismos contusos y de fricción de rodilla y codos contra superficie rugosa. La lesión orbicular izquierda es compatible con traumatismo con elemento contuso”, agregaron sobre las múltiples lesiones que evidenciarían golpes y arrastre.
Por último, ubicaron la data de muerte entre 48 y 60 horas previas.
Días más tarde, el 13 de diciembre pasado, se adjuntaron en la causa los resultados del área de anatomía patológica forense, a cargo de Sergio Andrada, quien analizó las muestras de piel en los sectores del cuerpo donde se registraron las lesiones, para determinar si fueron en vida y post mortem. “Condicen con hecho de violencia traumática”, concluyó Andrada.
El 17 de diciembre, el fiscal Palacios fue apartado de la causa por el procurador de la Corte de Justicia de Catamarca, Tristán Agustín Lobo. Su lugar fue ocupado por Hugo Leandro Costilla.
El 5 de abril pasado, la familia de Rojas decidió exhibir -en conferencia de prensa- fotografías de cómo fue hallado el ex ministro en su domicilio la mañana del 4 de diciembre, para dar cuenta de los evidentes golpes en el cuerpo. “Llegó la Policía, el cuerpo forense, la fiscalía, y esto fue lo que encontraron. Y dijeron que estaban ante una muerte natural. Es mentira, vergüenza debería darles, encubridores, cómplices, mentirosos. Nadie escuchó nada, nadie vio, pero el cuerpo de papá grita por justicia. Estas son las pruebas del encubrimiento. Ahora entendemos por qué tanto apuro en darnos el cuerpo. Hicieron todo mal. Queremos que la Justicia rinda cuenta de semejante maniobra”, dijo Natalia.
“Entiende la familia que en la forma en la que se ha desplegado la violencia sobre la humanidad de Juan Carlos se lo tuvo de rodillas, se ha desplegado una serie de golpes sobre su cuerpo para darle el golpe que lo liquida. Entendemos que pudo haber sido torturado e interrogado, las huellas del rostro manifiestan esto”, dijo el abogado Iván Sarquís que representa a los hijos de Rojas.
El caso tuvo una sola imputada por “homicidio doblemente calificado por haber mediado una relación de pareja y por alevosía”. Se trata de Silvina Nieva que trabajaba como empleada doméstica en la casa de Rojas y con quién tenía un vínculo amoroso. La mujer de 50 años fue detenida y liberada debido a que no encontraron elementos suficientes para sostener la acusación. Además, se presentaron irregularidades en el procedimiento, ya que Palacios ni el secretario firmaron el acta de los allanamientos, lo que llevaron a considerar nulas tanto la detención como la indagatoria de Nieva.
En la causa constan mensajes entre Nieva y Rojas antes de la muerte. A las 7.57, él la llamó y hablaron por cuatro minutos. De acuerdo a su declaración, escuchó el ruido de un vidrio que se caía y después la respiración de su pareja. “Creyó que se había dormido y cortó”, indicaron. Ese fue el hecho que motivó su detención por “inconsistencias” en su relato.
Infobae pudo saber que un familiar cercano del exfuncionario está en la mira del fiscal. Incluso, Luis Barrionuevo apuntó a Fernando Rojas. “Yo le pregunté por qué limpió la escena del crimen, es una persona inteligente que tendría que haberse planteado qué pasó y esperar que venga la policía”.
Algunos investigadores, aún, dudan del crimen. Creen que los golpes pueden ser de vieja data. “No hay indicios concretos de que alguien más allá estado en la casa. Existe la posibilidad de que se haya caído en algún lugar, se fracturó el cráneo, tuvo sobre vida y, tal vez, se haya vuelto a caer”, aseguran quienes abonan esta línea.
“Las puertas de la casa estaban cerradas por dentro con las llaves puestas, excepto una que estaba cerrada sin la llave, porque por ese lugar entraba el hijo a darle de comer a los perros los domingos”, detalló una fuente de la causa.
Por lo pronto, los primeros días de abril, Costilla citó a declarar a la ministra de Seguridad de Catamarca, Fabiola Segura, al ex jefe de la Policía de la provincia, el comisario Ángel Agüero, a peritos y policías que llegaron a la escena de la muerte de Rojas.