HABÍA SIDO SUSPENDIDA EN ABRIL Y NO LE PERMITIERON REGRESAR
Fue denunciada por una supuesta exempleada doméstica, pero la causa no tuvo avances. Vencía su mandato en diciembre.
Apartada del Concejo Deliberante de Recreo desde fines de abril, finalmente Melyssa ‘Paloma’ Herrera (FT) decidió renunciar formalmente a su banca. La exconcejal insistió en que la causa penal que motivó su apartamiento «no tiene sustento alguno» y remarcó que tras cuatro meses sin percibir haberes, renunció porque «era lo mejor para mi familia». Su lugar, que fue reemplazado por Fredy Albarracín, es uno de los escaños que el Frente de Todos pone en juego en las próximas elecciones.

La renuncia de Herrera se presentó el último viernes pero trascendió ayer, con un posteo que la exconcejal realizó en su perfil de Facebook. Consultada por El Ancasti, explicó que intentó en reiteradas oportunidades retomar su actividad legislativa pero fue impedida de hacerlo, por lo que decidió dar un paso al costado «para estar tranquila».

«Me suspendieron por dos meses, pero cuando quise volver no se me permitió el ingreso al Concejo. Me decían que era una decisión de Fiscalía por la causa en mi contra, y en Fiscalía me decían que era una decisión política», graficó la dirigente.
A fines de abril de este año, Herrera fue desplazada de su cargo como presidenta del Concejo Deliberante de Recreo tras la denuncia presentada por su supuesta exempleada doméstica, quien la acusó de nombrarla sin su consentimiento con un sueldo de $45.000 en el CD, del que solo le pagaba «una beca de $4.000».

Herrera negó esa acusación, explicó que la denunciante no era una empleada suya sino una amiga a quien la ayudó por una situación de violencia de género, y en aquel momento denunció que era una maniobra orquestada por el intendente Luis Polti (FT) para destituirla.

Cuatro meses después, la exconcejal sigue sosteniendo esta teoría. «Fue una situación orquestada en mi contra, de hecho mi causa no tuvo avances. No pude volver al CD a pesar de intentarlo varias veces, hice exposiciones policiales al respecto, pero decidí renunciar porque era el momento de hacerlo para estar tranquila», relató.

Herrera remarcó que se vio afectada por un «daño social, emocional, laboral y político», pero que además la situación le generó un perjuicio económico. «Desde mayo se me denegaron los haberes. Fue una situación muy desgastante, y creo que hacer esto era lo mejor para mi vida personal, familiar, laboral y profesional», remarcó.

«Lamento el avasallamiento sobre los derechos humanos y la pobreza en la toma de decisiones de algunos seres que deben velar por la función electa. Pido disculpas a la sociedad por no haber terminado mi mandato y tomar esta decisión. Existen momentos en la vida en los que debemos priorizar la paz interior, la tranquilidad absoluta y la familia», cerró Herrera, y agradeció el apoyo de los vecinos.

La concejal integró la Red de Concejalas del justicialismo y su mandato vencía en diciembre de este año. Al ser desplazada se había despachado con duras críticas hacia sus pares, al señalar que sólo actuaban por obediencia hacia el intendente Luis Polti.

 

 

 

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