CAMINO AL AEROPUERTO, SOBRE RUTA 33
Las llamas iniciaron en una finca, cruzaron la ruta y se expandieron. El fuego fue controlado gracias a la lluvia.
Entre la tarde y la medianoche del jueves cerca de 1.000 hectáreas de olivares ubicadas en la localidad de Las Esquinas, sobre la ruta provincial 33 del departamento Valle Viejo, fueron arrasadas por un incendio que según las pericias preliminares inició en una finca y se propagó a terrenos situados al otro lado de la ruta, llegando hasta la localidad de Chañaritos, en el departamento Capayán.
Al cierre de esta edición se pudo conocer que personal de la División Criminalística de la Policía de la Provincia realizaba pericias en las fincas Adriacan, ubicada a la altura del kilómetro 35 de esa ruta, y las fincas La Frutadita, El Alto, Compañía del Valle, y El Bolsón.
Conjuntamente con efectivos de la Comisaría de Huillapima realizaron relevamientos, fotografías y planimetría de la zona.
En este marco, el director de la Brigada de Incendios Forestales, Eric García informó que la novedad del siniestro fue dada a conocer a la Brigada desde la línea de emergencia 911, aproximadamente a las 13 del jueves.
Explicó que el incendio habría comenzado en Adriacan, se habría expandido a terrenos de El Alto para luego cruzar la ruta y afectar a otras empresas y emprendimientos, causado graves daños materiales.
«Estimamos que el perjuicio fue en aproximadamente 1.000 hectáreas. El fuego estaba fuera de control. Si no hubiese sido por la lluvia a la noche -y que teníamos prevista-, no se habría controlado, a pesar de los trabajos de las tres dotaciones de la Brigada, de la gente de Bomberos Voluntarios de Valle Viejo y de la Policía. Cuando comenzó la lluvia se logró sofocar la mayor parte», remarcó.
Indicó que si bien la mayoría de los frentes de fuego fueron controlados, aún queda un sector donde se registra actividad y continúan los trabajos en la zona.
Remarcó además que en una de las fincas «había apilada gran cantidad de vigas de madera, que alcanzaba metro y medio de altura», que las tareas para sofocar las llamas en el sector no fueron suficientes, ya que «inclusive con la lluvia no se pudo extinguir, y pasó a afectar la plantación cercana».
Consideró que de acuerdo a los relevamientos preliminares realizados en la vasta extensión afectada, «los daños son muy elevados porque con las fuertes ráfagas de viento que hubo, el fuego se propagó en ciertas direcciones y no pudo ser derivado a zonas opuestas».
Dijo que además de las grandes fincas «en los lugares donde estuvimos trabajando también hubo personas que serían propietarias de emprendimientos más chicos y otras familias, que estaban muy asustadas» por la dimensión del siniestro.
«Creemos que el fuego inició en la finca Adriacan. La forma en que inició no la podemos establecer porque no indagamos en el momento en que ocurrió, pero ahora estamos en esa tarea. Seguramente fue en una quema que se les salió de control», agregó.
Confirmó que no hubo personas heridas, pero si evacuados en forma preventiva, más que nada de viviendas ubicadas dentro de las fincas.
Finalmente, manifestó que el jueves también hubo incendios en el departamento Andalgalá, a más de 3.500 metros de altura, que afortunadamente con la lluvia se extinguieron. Lo mismo pasó en Bañado de Ovanta, donde las tareas de los brigadistas se extendieron hasta avanzada la noche, logrando extinguirlo.
Pérdidas
Por su parte, Federico Alonso, referente de la Asociación Olivícola de Catamarca (Asolcat), informó que en una de las fincas el fuego consumió casi el 90 por ciento de las plantaciones.
«No sabemos qué es lo que pasó. El fuego comenzó a eso de las 12 del mediodía y hasta la noche no lo podían controlar los bomberos ni la Brigada de Incendios Forestales. Hasta que llegó la lluvia, que fue la salvación”, indicó.
Aseguró que “el fuego consumió en una de las fincas, aproximadamente el 90 por ciento de la plantación, cruzó la ruta y después quemó otros tres campos, que calculamos en otro 50 por ciento. También destruyó las mangueras de riego causando graves daños».