DESIGUALDAD EDUCATIVA EN EL PAÍS
Un informe muestra cómo en los sectores que más ganan pueden llegar a terminar todos los estudios y enviar los chicos al sector privado. Mientras quienes menos ganan no lo logran.
Un informe del Observatorio Argentinos por la Educación exhibe los resultados educativos desiguales que obtienen los argentinos según el sector social al que pertenecen. Muestran las diferencias entre los sectores que tienen mayores ingresos y aquellos conocidos como sectores vulnerables, mostrando la desigualdad, plasman que solo 3 de cada 10 argentinos de los sectores pobres terminaron el nivel secundario.
En los sectores de menores ingresos, el 32% de los mayores de 25 años logró terminar la educación obligatoria. En los sectores más favorecidos, la cifra es casi el triple: el 87% tiene secundaria completa. Apenas el 2,4% de los adultos de sectores más pobres pudieron terminar la universidad; en los sectores más ricos, la cifra alcanza el 51%.
En Argentina el 58% de los mayores de 25 años terminaron la secundaria, según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Pero hay desigualdades significativas al interior de esa cifra: en el decil de ingresos más bajo, solo 3 de cada 10 (32%) alcanzaron el título, mientras que el número se triplica en el decil más alto, donde 9 de cada 10 (87%) tienen secundaria completa.
En otras palabras, entre los sectores de mayores ingresos y los sectores más pobres hay una brecha de 55 puntos porcentuales en la terminalidad escolar.
“Si bien el acceso a la educación –inicial, primaria y secundaria– está muy extendido, es obligatorio y está garantizado por ley, la finalización, especialmente del nivel medio, está lejos de ser una realidad y tiene una conexión estrecha con el nivel socioeconómico del estudiante y su familia. Es aquí donde se conectan los conceptos de desigualdad de ingresos y desigualdad educativa”, explica Ivana Templado( Economista de la Fundación de Investigaciones Económicas. Latinoamericanas (FIEL). Y agrega que el informe “muestra una foto actualizada de cómo la terminalidad de los niveles educativos, la opción público-privada, o la educación de las madres de los estudiantes, se asocian a la distribución de ingresos”.
El documento muestra que también hay desigualdades en la finalización de los estudios primarios. A nivel nacional, el 93% de los mayores de 25 años terminaron la primaria. Pero hay 10 puntos de diferencia entre los sectores de mayores ingresos (donde la primaria se ha universalizado) y los de menores ingresos, donde solo el 89% completó este nivel educativo.
La desigualdad se profundiza al observar los datos de finalización de la educación superior. En el nivel socioeconómico más alto, el 51% de los mayores de 25 años logró completar la universidad (y el 6% además realizó estudios de posgrado). En el otro extremo, en el decil más bajo solo el 2% de la población consiguió terminar la universidad (y virtualmente nadie alcanzó un posgrado).
“La desigualdad educativa es uno de los desafíos más importantes de nuestro sistema educativo. Las trayectorias educativas dependen mucho más del origen de los estudiantes que de sus capacidades. Este informe provee un análisis riguroso para entender la situación, con un foco en la escuela secundaria, donde la desigualdad educativa se hace más evidente. Comprender estos desafíos es el primer paso para abordarlos”, plantea Martín De Simone, especialista en educación del Banco Mundial.
Prefieren privadas
La asistencia a escuela pública o privada se asocia estrechamente con el nivel de ingresos. En primaria, el 94% de los estudiantes de menores ingresos (decil 1) asisten a escuelas públicas, mientras que la cifra desciende al 20% entre los estudiantes de mayores ingresos (decil 10): en este segmento, 8 de cada 10 niños y niñas asisten a escuelas privadas.
Los datos evidencian un alto nivel de segregación socioeconómica, que también se observa en la secundaria, aunque en este nivel hay un predominio mayor de la educación pública.
El 93% de los estudiantes de menores ingresos (decil 1) asisten a escuelas secundarias de gestión estatal, mientras que la cifra desciende al 37% entre los estudiantes de mayores ingresos (decil 10).
“Detrás de esta gran división social entre la educación pública y privada, cada barrio y cada escuela congregan grupos cada vez más estratificados. Esta destilación socioeconómica atenta contra la cohesión social, la calidad educativa y la consolidación de la democracia misma. Urge implementar políticas para atenuar la segregación, como la articulación entre las políticas urbanas y educativas, la asignación de aportes al sector privado o los sistemas de inscripción de los estudiantes, para limitar las estrategias selectivas de las escuelas y las familias”, afirma Cecilia Veleda, doctora en Sociología de la Educación.
Capital educativo
Al analizar el capital educativo de las familias, reaparecen las desigualdades entre el sector de gestión estatal y el sector de gestión privada. En las escuelas privadas, el 81% de las madres de los estudiantes terminaron la secundaria, y de ellas el 38% son universitarias. En contraste, en las escuelas estatales solo el 44% de las madres de los estudiantes completó la educación obligatoria, y solo el 10% terminó la universidad.
“El informe no deja dudas respecto a la capacidad de nuestro sistema educativo de reproducir las desigualdades sociales. El sistema hace muy poco para emancipar a las nuevas generaciones de las limitaciones de origen. Aunque aumentemos el porcentaje de niños y jóvenes que concurren a la escuela, las distancias relativas entre las jerarquías sociales se mantienen –advierte Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO–. A las distancias existentes entre quienes terminan o no la secundaria, se agrega la segregación socioeconómica en dos circuitos, el público y el privado, que refuerzan la dinámica desigualadora a través de una socialización que encierra a cada sector en su propio mundo”.
Datos
Desigualdad
?En el segmento de ingresos más bajos (decil 1): 9 de cada 10 adultos terminaron la primaria (89%). 3 de cada 10 adultos terminaron la secundaria (32%). 2 de cada 100 adultos terminaron la universidad (2%). 9 de cada 10 estudiantes de primaria asisten a escuelas estatales (94%). 9 de cada 10 estudiantes de secundaria asisten a escuelas estatales (93%).
?En el segmento de ingresos más altos (decil 10): Todos los adultos terminaron la primaria (98%). 9 de cada 10 adultos terminaron la secundaria (87%). 51 de cada 100 adultos terminaron la universidad (51%). 8 de cada 10 estudiantes de primaria asisten a escuelas privadas (80%). 6 de cada 10 estudiantes de secundaria asisten a escuelas privadas (63%).