MAGISTRAL CREACIÓN DE QUINO
Dice el relato conocido por todos que el origen de Mafalda hay que buscarlo en una campaña publicitaria para la cual contrataron en Buenos Aires, a un talentoso dibujante y humorista gráfico mendocino que estaba empezando en el humorismo gráfico, llamado Joaquín Salvador Lavado, que utilizaría el seudónimo de “Quino”.
La campaña para los electrodomésticos Mansfield (una firma que aún hoy sigue comercializando sus productos, aunque fuera de la Argentina) le permitió a Quino ir dando vida a la galería de personajes que acompañarían a Mafalda.
La tira comenzó a publicarse el 29 de setiembre de 1964, dos veces por semana, en la popular e influyente revista Primera Plana.

Se siguió publicando durante más de seis meses hasta que a Quino lo contratan en el matutino El Mundo, donde fueron apareciendo el resto de los personajes conocidos. Pero una mala jugada empresarial dejó al personaje fuera de la prensa, el diario deja de editarse en 1967 y Mafalda estuvo ausente durante casi medio año.
Pero el 2 de junio de 1968 (cuando todavía se oían los ecos del Mayo Francés), la historieta regresó (y con más apoyo) en la revista semanal Siete Días Ilustrados : cuatro tiras por número salían publicados, y los nombres de Quino y Mafalda adquirían notoriedad masiva.
En 1969, al año siguiente, se editará la primera traducción de la tira con el título “Mafalda, la contestataria”.
El escritor y filósofo italiano Umberto Eco decidió entonces financiar su publicación en Italia, con la forma del clásico librito de historietas.

Dijo por entonces el reconocido filósofo: “Mafalda vive en un continuo diálogo con el mundo adulto, mundo al cual no estima, no respeta, hostiliza, humilla y rechaza, reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo de un universo adulterado por los padres”.

Quino reconoció en incontables entrevistas que Mafalda es un personaje universal porque así era el ambiente que le tocó vivir en su infancia, donde el carnicero era español, el verdulero era italiano, y los vecinos se parecían a los personajes de la tira.
“El verdulero se paraba frente al zaguán de la casa y decía: ‘¡traigo el sol y la luna de los tomates!’ Ya teníamos a García Lorca ahí. Y todo era así. Había un sirio libanés que decía: ‘vendo quejel para que los ojos luzcan lindos y preciosos. Hasta ir a la escuela primaria en mi casa se hablaba andaluz”, relató.

Hombre de izquierda, Quino imprimió en el desarrollo de la historieta que da vida a Mafalda el espíritu crítico de aquella época.
“Mi abuela era comunista y mis padres eran republicanos pero no comunistas. Cuando tenía cuatro años viví la Guerra Civil española. En casa se sufrió como una tragedia. Mis padres no eran religiosos. Así que cuando en la época de Perón se puso la religión en los colegios yo era el único que me pasaba la hora en el recreo dándole patadas a una piedra. No había alternativas. Y esa politización me llevó a interesarme por todo lo que pasaba en el mundo”, explicó Quino muchos años después.
Pero desde aquellos convulsionados fines de los años 60, con sus revoluciones, sus íconos y sus sueños, fueron cambiando, especialmente en la Argentina.

También Quino fue transformando sus dibujos, sus diálogos y su mirada sobre el porvenir. El 25 de junio de 1973 dejó de publicarse la tira, por decisión del autor.
Temía por su vida, contó años más tarde:. “Tras el golpe de Chile la situación latinoamericana se puso muy sangrienta y Mafalda no podía dejar de hablar de lo que estaba pasando, pero si lo hacía me tenía que ir de Argentina, cosa que me ocurrió dos meses después. Si la seguía dibujando me pegaban uno o cuatro tiros”.

Durante los años posteriores, Mafalda apareció en campañas publicitarias de bien público, aprovechando no sólo su alto nivel de conocimiento, sino fundamentalmente la empatía de los lectores de todo el mundo con el personaje principal y los entrañables “amigos” (Manolito, Felipe, Libertad, Susanita y Miguelito), su mamá, su papá y su hermanito Guille.
Quino murió el año pasado, a los 88 años, y lo lloraron en todo el mundo.
Ocurrió el 30 de septiembre, un día después del cumpleaños de su inmortal personaje.

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *