VIOLENCIA
Los barras de Tigre quisieron recibir a los piedrazos al San Pablo pero se equivocaron de micro. «Rescatensen que somos nosotros», escribieron los jugadores.
Unos 660 policías de la provincia de Buenos Aires controlarán esta noche la seguridad en Tigre -San Pablo de Brasil por la Copa Sudamericana, un partido con graves antecedentes de violencia en 2012.

El operativo en el estadio José Dellagiovana, cuya capacidad es de 26.000 espectadores, se puso en marcha a las 17.00, cuatro horas antes del partido correspondiente a la primera fecha del Grupo D. Más allá de todos los preparativos previos, la alta tensión que tiene este partido, generó inconvenientes impensados y que se viralizaron en las redes sociales.

Los propios hinchas del Matador, creyeron que llegaba el colectivo de San Pablo al estadio y le tiraron piedrazos. Los propios jugadores, cómo es el caso del volante Agustín Cardozo, avisaron por sus redes sociales: «Rescátense que somos nosotros», publicó en una historia de Instagram con la imagen de los vidrios rotos.

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