LO CUESTIONÓ EL EXVICEMINISTRO, SEBASTIÁN GARCÍA DE LUCA
El expresidente se mostró arrepentido por delegar la negociación política en el ala «filoperonista» de JPC.
En una entrevista televisiva, el expresidente de Cambiemos, Mauricio Macri, se mostró arrepentido por haber «delegado la negociación política en el ala más política, filoperonista», en relación al exministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el expresidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó.
Con estos dichos, el líder del PRO reavivó una interna en Juntos por el Cambio y recibió las críticas del actual diputado nacional y ex viceministro del Interior, Sebastián García de Luca: «La estrategia política la definía Marcos Peña», dijo, y aseguró que ellos estuvieron al frente de las negociaciones, aún cuando las decisiones más antipáticas no las tomaron ellos.
Aunque no nombró ni a Frigerio ni a Monzó, Macri fue autocrítico por delegar «en mi ala más política con filoperonistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores». «Tendría que haber puesto el foco ahí, porque claramente se jugaba mucho en la Argentina en poder convencer», dijo el exmandatario.
García de Luca, por su parte, lo contradijo, y sostuvo que la estrategia política «se definía en la Jefatura de Gabinete» y destacó que el ala Frigerio y Monzó logró «construir gobernabilidad».
«La gestión y la estrategia política se definía en la Jefatura de Gabinete, sus ojos y oídos, como Macri definió», dijo De Luca en relación a Marcos Peña. «No éramos nosotros quienes tomábamos esas decisiones. Sí participábamos desde nuestro rol lógico», agregó el diputado a través de un comunicado, al tiempo que valoró el rol del exministro del Interior y el expresidente de la Cámara baja.
«Gracias a Monzó y Frigerio logramos tener las leyes más importantes y construir gobernabilidad durante los cuatro años de gobierno, con enorme minoría legislativa y estructura política», remarcó el diputado nacional.
De Luca sostuvo que ellos dos «también lograron convencer a (el entonces senador Miguel) Pichetto para que sea el compañero de fórmula de Macri en la última elección, como en 2014 con la UCR y Elisa Carrió, a pesar de las resistencias internas en el PRO, para conformar Cambiemos».
En su réplica a Macri, el diputado destacó además medidas en las que intervinieron Monzó y Frigerio como la ley de Consenso Fiscal y la actualización del Fondo del Conurbano y afirmó que esto permitió «reconstruir el federalismo luego de que muchos gobiernos nacionales asfixiaran a las provincias con el látigo y chequera».
En el mismo sentido, subrayó que «el aumento de tarifas, el cambio de fórmula jubilatoria y tantas medidas tomadas en los cuatro años no fueron ideas de Emilio o Rogelio, sin embargo, ambos se pusieron al frente de las negociaciones».
La respuesta del diputado al expresidente se inscribe en la disputa que atraviesa al PRO y es al mismo tiempo un capítulo más de la interna que ya se había manifestado durante la gestión de Macri. Frigerio y Monzó había sido marginados de la mesa chica del Gobierno por Peña, lo que llevó incluso a que el presidente de la Cámara de Diputados manifestara públicamente sus diferencias, sin dejar de formar parte del oficialismo.
Tras la salida de Macri de la Presidencia, ambos dirigentes se acercaron al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien también aparece ahora alejado del ala más «dura» que encarna la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, con el aval del expresidente. En los últimos días, también la referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tomó distancia públicamente de lo que ella llamó «los extremos».
«Peronismo secuestrado»
El expresidente Macri advirtió además que el peronismo «está secuestrado» por la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner «desde hace más de diez años» y por eso «fue copado por la irracionabilidad». «Necesitamos racionalidad en el peronismo como fue con el segundo gobierno de Perón, como Carlos Menem o Eduardo Duhalde. No propiciaban tomas de terrenos ni liberación de presos», expresó en TN, en su primera aparición ante los medios después de varios meses.
En esa línea, advirtió que el peronismo «tiene el desafío» de separarse de Cristina para ser racional y abrir el diálogo con otros sectores políticos. Además, dijo que la vicepresidenta «es la que maneja el Gobierno, como todos presumíamos» y «tiene una agenda propia y necesita someter a la Justicia».