SERÁN INDAGADOS ESTA SEMANA
El hecho es de diciembre del 2016. Seis jóvenes tuvieron que ser hospitalizados por problemas renales. Las víctimas son aspirantes a ingresar a la Escuela de Suboficiales.
Trece policías fueron imputados y esta semana serán indagados por presuntos “bailes” a aspirantes a ingresar a la Escuela de Suboficiales en diciembre del 2016. Seis de los jóvenes tuvieran que ser hospitalizados en terapia intensiva con insuficiencia renal aguda.

El caso se destapó en enero del 2017 luego de que se conociera que dos jóvenes terminaron en el hospital a causa del exigente entrenamiento realizado en la villa Las Pirquitas. Con el correr de los días, se conocieron de otros casos que a su vez fueron denunciados penalmente, lo que motivó que desde la Jefatura Policial se solicitarán informes y se decidieran los traslados de los superiores.

La causa estuvo en estos años en la Fiscalía de Instrucción N°5 sin mayores novedades hasta que se confirmó que trece policías, algunos de ellos ya retirados, fueron citados a indagatoria por el fiscal Hugo Costilla, quien les imputó el delito de “lesiones graves calificadas por ser cometido mediando abuso funcional de miembros de la fuerza policial en concurso ideal”, un total de ocho hechos.

Las indagatorias a los policías se realizarán entre el miércoles y viernes de esta semana en el edificio de Fiscalía Penal. Entre los acusados se encuentran el Director y el Subdirector de la Escuela de Suboficiales de ese momento y once instructores.

El caso

El 6 de enero del 2017 se hizo pública la situación de dos jóvenes, quienes tuvieron que ser trasladados de urgencia a un hospital y a un sanatorio privado como consecuencia de la rigurosa preparación física. Uno de los jóvenes, de apellido Moya, ingresó descompensado al hospital San Juan Bautista y fue derivado al sector de terapia intensiva por problemas renales. Con idéntico cuadro ingresó otro joven de apellido Martínez a un sanatorio privado.

Posteriormente, se conoció el caso de otros cuatro jóvenes, quienes tuvieron que ser hospitalizados y se presentaron denuncias penales.

«Nos pedían 200, 300 sentadillas y si no las hacíamos nos castigaban pidiendo que hagamos el doble. Luego salimos a correr y ahí comenzamos varios a cortarnos. Entonces nos cargaban a una camioneta y nos llevaban al campamento y ahí de nuevo, como castigo, a hacer sentadillas», había sido el relato de un joven de apellido Sequeida, oriundo de Santa María. El joven tuvo que someterse a diálisis.

Luego de las denuncias el por entonces jefe de Policías, Orlando Quevedo, dispuso el traslado de las autoridades de la Escuela de Suboficiales y se abrió un sumario interno del cual se desconoce la resolución. El expediente penal recaló en la Fiscalía de Instrucción N° 5, que en ese momento tenía a Luis Baracat como fiscal.

Los padres de los aspirantes presentaron denuncias penales por «lesiones gravísimas» contra los directivos de la Escuela, contra la Jefatura Policial y los instructores.

Pasó un año sin novedades en la causa hasta que la trágica muerte de un joven en la provincia de La Rioja reflotó el interés en el expediente, pero no se habían registrado grandes avances. Mientras en la vecina provincia ya fueron condenados los instructores a penas de hasta 30 años de prisión, en Catamarca esta semana se realizarán las indagatorias.

 

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