CRIMEN DE HUGO OCAMPO
Morales, ex pareja de Cintia «Shampoo» Bazán y presunto asesino de Ocampo, será indagado por videoconferencia la semana próxima.
Enzo Maciel Morales (32), imputado por «homicidio calificado por alevosía» por el crimen de Hugo Ocampo (37), sumó ayer una nueva acusación por una denuncia por delitos contra la integridad sexual y corrupción de menores realizada a principios de 2020.
El fiscal de Instrucción Alejandro Gober imputó a Morales por «abuso sexual doblemente agravado, con acceso carnal continuado» en perjuicio de un familiar de Cintia «Shampoo» Bazán (28). A su vez la mujer -ex pareja de Morales-, está imputada por «homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por alevosía» en el marco de la investigación por el homicidio de Ocampo, de quien era amante. Esta grave acusación en contra de Morales era esperada por los abogados de Bazán, quienes aseguran que la mujer es víctima de violencia de género y actuó coaccionada por Morales.
Morales, que está alojado en el penal de Miraflores, sería indagado el miércoles a través de videoconferencia por esta causa. Posteriormente el expediente sería girado a la Fiscalía de Instrucción N°1 que investiga el asesinato de Ocampo, para ser incorporado a la causa del homicidio. Además, se incorporarían las denuncias de Bazán contra Morales por violencia de género, realizadas antes de cometido el asesinato.
Estrategia
Primeramente, Bazán fue defendida por Orlando Barrientos, quien solicitó la incorporación de las denuncias contra Morales en la causa de Ocampo, partiendo de la premisa de que la mujer no actuó por voluntad propia. El mismo argumento es mantenido por Rentin Villegas, quien recientemente fue nombrado por la familia de Bazán en reemplazo de Barrientos.
El objetivo, según explicaron desde la defensa, es lograr que la Justicia interviniente baje la imputación de Bazán.
El hecho
Hugo Ocampo fue asesinado el 18 de enero en Antapoca, departamento Valle Viejo. Ese día a las 6 aproximadamente salió de su casa de Nueva Catamarca asegurando que iba a su lugar de trabajo, a donde nunca llegó, y según se informó, no debía ir porque estaba de franco.
Según la información a la que pudo acceder este diario, Ocampo se reunió con Bazán en un paraje de Antapoca, ubicado sobre el margen sur de la avenida Circunvalación, aproximadamente a 800 metros del Hospital Malbrán.
Supuestamente, Morales los sorprendió cuando mantenían relaciones. Atacó a Ocampo y le exigió a Bazán que no interviniera. La mujer se habría retirado a su domicilio. Morales habría matado a Ocampo para luego arrojar el cuerpo dentro de una perforación para extracción de agua en desuso, de más de 20 metros de profundidad.
A 25 días del hecho, la causa cuenta con un tercer imputado, Eduardo Saracho (23), hermano de Morales, acusado por «encubrimiento», que se encuentra en libertad.
Violencia de género y abuso
La Convención de Belem Do Pará data de 1994 y en Argentina tiene rango constitucional desde 1996. La norma define la violencia contra las mujeres y establece el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia y destaca a la violencia como una violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.
Propone por primera vez el desarrollo de mecanismos de protección y defensa de los derechos de las mujeres como fundamentales para luchar contra el fenómeno de la violencia contra su integridad física, sexual y psicológica, tanto en el ámbito público como en el privado, y su reivindicación dentro de la sociedad.
“Esta Convención protege el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”, remarcaron los ministros catamarqueños.
La acción ante la Justicia podrá ser iniciada por cualquier persona y el Estado, siendo los fiscales, en estos casos, los encargados de llevar adelante las investigaciones correspondientes.
Es decir, se elimina el requisito de la denuncia de los representantes legales del niño, niña o adolescente como condición para proceder.
El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir.
No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío o primo son los principales sospechosos.