Transfirió su negocio en la puna catamarqueña a Rio Tinto
La firma hizo suculentas maniobras financieras desde que se le reformuló el contrato en 2017. El contrato original es de 1991, pero no está en el Boletín Oficial y es inhallable.
A menos de un año de fusionarse con la australiana Allkem en el gigante Arcadium, la litífera norteamericana Livent vendió todos sus derechos en la puna catamarqueña al holding Río Tinto en una operación multimillonaria: 6.700 millones de dólares en efectivo, de los cuales se desconoce si la Provincia, que tiene acciones clase A, dos directores y un síndico en la compañía, obtuvo algún porcentaje
Livent, que operaba bajo el nombre de Minera del Altiplano, quedó habilitada para este tipo de maniobras con la reforma que se hizo en 2017 del contrato original de concesión para la explotación de litio en el Salar del Hombre Muerto con el Proyecto Fénix, que se celebró en marzo de 1991.
Lo más conocido de ese convenio fue la conformación de un fideicomiso y los cambios en las contribuciones al Estado que debía hacer Livent en concepto de regalías, aportes adicionales y responsabilidad social empresaria, pero el elemento clave que la habilitó para el juego financiero pasó desapercibido y sin referencias de las autoridades de entonces hacia la opinión pública.
El punto 4 del Contrato de modificación a los acuerdos del Proyecto Fénix, que la Legislatura aprobó el 20 de diciembre de 2017, rescindió y eliminó “en su totalidad la cláusula 15.3 del Contrato de 1991 (cláusula de cambio de control) y modificó la cláusula 24.1 del mismo convenio, “insertando la siguiente oración al final”:
“Las partes acuerdan que FMC Corporation (Livent) y sus sucesoras podrán ceder, en cualquier momento y sin el consentimiento de la Provincia, la totalidad de sus derechos y obligaciones bajo este acuerdo y sus modificaciones a una compañía vinculada, ya sea presente o futura, incluyendo compañías vinculadas que fueran creadas con el propósito de convertirse en compañías públicas independientes que coticen y comercialicen libremente sus acciones en so mercados de valores internacionales”.
Al amparo de esta modificación, Livent se fusionó con Allkem en enero de este año para conformar Arcadium Litihum, un acontecimiento que fue muy celebrado en el mundo minero. Livent tenía el 44% del paquete accionario de esta nueva empresa, que comenzó a cotizar en Wall Street y diez meses después procedió a una transacción fabulosa: Río Tinto la adquirió por 6.700 millones de dólares en efectivo, junto con sus operaciones en el Salar del Hombre Muerto catamarqueño, Salta y Jujuy.
Contrato misterioso
No se ha podido determinar qué beneficios obtuvo la Provincia de Catamarca, concesionaria de los yacimientos litíferos, por los cambios introducidos en 2017. En teoría tendría que haberle correspondido algo de transacciones tan voluminosas, puesto que era propietaria de acciones clase A de Minera del Altiplano-Livent. En agosto de ese 2017 clave, por ejemplo, el Gobierno designó el entonces secretario de Minería, Rodolfo Micone, y a la directora de Minería, Ana Ulla, como representantes titulares de las acciones Clase A de Minera del Altiplano S.A. para representar a la Provincia de Catamarca en la asamblea anual de accionistas.
Se suma otra incógnita, sugestiva.
El 19 de marzo de 1991, la Legislatura de Catamarca aprobó “en todos sus términos al contrato celebrado con fecha 21 de febrero de 1991 por el Poder Ejecutivo de la Provincia y Dirección General de Fabricaciones Militares con FMC Corporation Lithium División, FMC Argentina Sociedad Anónima, Comercial, Industrial y Financiera, y Minera del Altiplano S.A., para la exploración, desarrollo y explotación de las propiedades mineras ubicadas en el yacimiento Salar del Hombre Muerto, Departamento Antofagasta de la Sierra, Provincia de Catamarca”.
El contrato aludido no fue publicado y tampoco se encuentra en el Boletín Oficial.
Es el que cambió el convenio de 2017 y que ya se había modificado en 1994 para adaptarlo a la ley nacional de Inversiones Mineras: la génesis de la relación entre Catamarca y Livent, que concluye 33 años después con la firma cediendo de los derechos concedidos por la Provincia cambio de miles de millones de dólares.