Dijo que las cosas hay que decirlas en los ámbitos que corresponden
El rector de la Universidad Nacional de Catamarca se mostró en contra de las peleas internas en el partido y planteó que “se debe discutir proyectos e ideas”.
El rector de la UNCA, Oscar Arellano, se metió en la interna radical que tiene hoy como protagonistas al presidente del partido, Alfredo Marchioli y al senador nacional, Flavio Fama. Sin dar nombres y evitando profundizar en el debate, Arellano se expresó en contra de “las expresiones de descalificación cualquiera sea el motivo”.
Sin embargo y teniendo en cuenta que el conflicto entre Fama y Marchioli, surgió cuando el senador nacional tildó de “mamarracho” al diputado por abandonar el grupo de whatsapp del bloque luego de diferencias con sus pares, los dichos del rector parecen estar dirigidos al extitular de la UNCA.
En diálogo con “Mañana es hoy” (Radio Ancasti), Arellano afirmó que “las expresiones de descalificación, cualquiera sea el motivo y cualquiera sea el destinatario, no me parecen prudentes”. En este sentido, afirmó que “hay otras maneras de dirimir este tipo de cuestiones y los partidos tienen sus mecanismos para solucionarlas como ser elecciones internas y demás para dirimir liderazgos o proyectos políticos”.
Antes de continuar con su postura, el rector dejó en claro que “en lo personal y por una cuestión de investidura como rector”, prefiere evitar dar opiniones en ese sentido. “Yo trato de no tener expresiones públicas en este sentido porque las cosas que hay que decir, yo las digo en el lugar y en el ámbito que corresponden”, dijo también diferenciándose de los protagonistas de la pelea.
El rector siguió opinando de la discusión y planteó que este tipo de peleas mediáticas no contribuyen a la sociedad. En este marco, mencionó lo que pasa a nivel nacional. “Hoy, lamentablemente estamos ante discursos muy fuertes que antes venían de la expresidente (Cristina Fernández de Kirchner) y del actual presidente (Javier Milei). Son discursos que tienden a ampliar la grieta, discursos descalificadores que me parecen que no ayudan y son muy poco prudentes. En este marco, creo que nosotros tenemos que ser en primer lugar, absolutamente respetuosos de los otros porque no hay posibilidad de desarrollo, de crecimiento y de encontrar consenso a través de la diatriba o de la ofensa”, dijo.
“Nos tenemos que sentar, respetarnos y discutir las ideas y los proyectos en el ámbito que corresponde”, añadió.
Arellano puso como ejemplo “de respeto al que piensa distinto” el conflicto que se da entre el Gobierno nacional y las universidades.
“Con el tema presupuestario y en lo personal digo lo que pienso respecto al presupuesto de la universidad pública y demás, pero más allá de eso, respeto al señor Presidente y a su equipo. Pensar diferente no me habilita a mí a que tenga que descalificarlo verbalmente. Él, ha sido elegido por su propuesta del déficit”, dijo, aunque aclaró: “Tampoco comparto que esté bien que descalifique como descalifica. No puede estar negando la existencia del Congreso de la Nación y no puede negar la representación política de muchos actores que no piensan como él”.
Para Arellano, “hay que acostumbrarse a discutir ideas, propuestas y proyectos” porque “la descalificación también lleva a una situación de violencia institucional y política, además de divisiones”. En este contexto, afirmó que “el mal ejemplo” provoca que los chicos crean que tienen derecho a estar puteando como una manera de comunicación.