La medida regirá desde este sábado y hasta el domingo 30 de mayo. La medida tuvo apoyo de todos los gobernadores. La Ciudad de Buenos Aires y Provincia coordinaron que van a controlar los permisos para que las actividades esenciales puedan continuar funcionando.
El gobierno nacional tiene decidido anunciar la declaración de nueve días seguidos de confinamiento a partir de las 00 horas del sábado y hasta el domingo 30 de mayo, con el objetivo de frenar la escalada de contagios de coronavirus en todo el país. La decisión, que tuvo el respaldo de todos los gobernadores, respetará el funcionamiento de las actividades esenciales.
Entre los acuerdos que hubo para la aplicación de medidas de limitación para la circulación se destaca la aplicación en el Área Metropolitana de controles interjurisdiccionales, a fin de revisar los permisos de las personas autorizadas para transitar, por desempeñar tareas esenciales. La intención es que, pese a las restricciones, la actividad económica se vea afectada lo menos posible. De los nueve días en los que regirá el confinamiento, resaltaban las fuentes, cinco son no laborales, entre fines de semana y feriados.
En la decisión reforzar las restricciones sanitarias estuvieron de acuerdo todos los gobernadores debido a la escalada tanto de contagios como de fallecimiento y de ocupación de camas de terapia intensiva, efectos provocados por la segunda ola de coronavirus que se registra en todo el país. De todos modos, aún queda pendiente la definición sobre si seguirán las clases en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta tarde, Alberto Fernández convocó a una reunión de urgencia en Gobierno donde van a estar además del Presidente, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la secretaría de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, entre otros. El anuncio oficial de las nuevas restricciones estará determinado por el horario en que concluya este encuentro.
El presidente estuvo ayer y hoy reunido con todos los gobernadores por videoconferencia, con quienes compartió los datos epidemiológicos del país y las proyecciones en caso de no aplicar un refuerzo en las medidas para reducir la circulación. Alberto Fernández y los mandatarios provinciales coincidieron en que la situación se agravó a un punto crítico por lo que se dispuso avanzar con más restricciones.
EL gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, manifestó que “hoy estamos en lo peor de la pandemia. Con las medidas que se tomaron anticipadamente desde Nación evitamos una catástrofe sanitaria”. Por su lado, Horacio Rodríguez Larreta coincidió en la preocupación por la suba de casos y prometió “coordinar esfuerzos con Nación”. Otro aspecto que resaltó el jefe de Gobierno porteño fue el de mostrarse juntos porque resulta un “buen mensaje” ante el recrudecimiento de la pandemia.
De todos modos, el presidente descartó a principios de semana que las restricciones impliquen un regreso a la fase 1 de cuarentena y lo adjudicó a que existe un “problema sociológico“ en la población frente a los largos meses de cuarentena y limitaciones que arrastra la Argentina desde el año pasado por la pandemia: “No lo resistiríamos“, afirmó en una entrevista.