El sueldo de los jubilados, muy por debajo de la canasta
Desde comedores barriales indicaron que en los últimos meses reciben más adultos mayores que no llegan a fin de mes y que buscan asegurarse al menos una comida al día.
Crece la demanda en los comedores barriales y los encargados no dan abasto ante la cantidad de personas que buscan al menos una comida al día. El agravante es que desde hace meses el número se incrementó con adultos mayores, jubilados que no les alcanza para comer y se suman a compartir los alimentos con niños y mujeres. Desde los comedores indicaron que la situación está cada vez peor y que si bien Desarrollo Social aporta los alimentos, no son suficientes.
“Lamentablemente hay una realidad y es que cada vez hay más desocupación, más pobreza, entonces nuestros merenderos y comedores cada vez reciben más chicos, más jubilados, eso también hay que decirlo, van muchos adultos mayores porque lamentablemente la jubilación que tienen no les alcanza ni para comer y sigue estando muy por detrás la asistencia que da Desarrollo Social para las necesidades que nosotros tenemos por la cantidad de gente que se va sumando ante tremenda situación económica que estamos viviendo”, dijo en Radio Ancasti Alejandra Figueroa, una de las referentes de comedores barriales.
“Vemos gente que por ahí no está acostumbrada a ir a los comedores y merenderos como son los jubilados, porque generalmente no asistían. Queremos que se los asista a los adultos porque cómo le decís a un niño que no tenés. Para la merienda les damos pan bien finito para que alcance, no alcanza”, indicó.
Además, dijo que también hay lista de espera y que a diferencia de antes, nadie lleva de más porque están justos todos los días. Resaltaron que desde Nación no son ayudados y que la asistencia local no alcanza.
Ante la situación, El Ancasti pudo consultar a referentes de 3 comedores, quienes indicaron en principio que “siempre le dimos de comer a los adultos mayores, ahora más, muchos más”. “Estamos con una lista de 150 personas, Desarrollo Social nos da para 400, estamos agradecidas pero no alcanza. La gente comenzó a traer fideos, arroz, una polenta, comenzó a poner lo poco que tiene gente que nunca vino y se ve en apuros y ayuda porque quiere comer al menos una vez al día”.
Las mujeres referentes contaron que es mejor no decir a qué comedor pertenecen porque tienen un grupo en las redes sociales, donde los encargados de Desarrollo Social seguramente se molestarán si saben que hablaron con la prensa.
“El mayor temor que tenemos es que nos dejen sin alimentos, ahora estamos tratando de ayudar todo lo que más podemos, sabemos lo mal que están, somos quienes cocinamos, los psicólogos y somos quienes los sostenemos, sobre todo a los adolescentes, nos preocupa tanto abandono de los chicos”, contaron las consultadas.
Entre todos
Por otra parte, se pudo conocer que ante la crisis la gente comenzó a realizar sus propias ollas barriales, esto significa que se reúnen varias familias y cada una aporta la suma de dinero que tiene ese día, sea $1000, $2000 o más, lo que hace un monto que alcanza para comprar carne, verduras y algún arroz o fideo. Se designa una casa para preparar los alimentos del día y luego retiran.
«Primero poníamos $500 y algo se hacía, ahora no se puede pero tampoco podemos comer por $3000, por darte un ejemplo, somos 5 en casa, pero esto no es un comedor ni nada, solo somos changarines que nos estamos arreglando como sea para poder comer todos los días», dijo José C. a este medio sobre la modalidad que adoptaron ante la crisis económica que padecen.
PIO
Es válido recordar que las escuelas de jornada completa aportan alimentos a los niños que asisten, por dar un ejemplo, en la zona alta una escuela tiene jornada completa y allí asiste una gran cantidad de niños, muchos de ellos hijos de artesanos que viven en la Quebrada y quienes, según contaron los docentes, no faltan ningún día atentos a que allí recibirán la alimentación diaria.