EL ACUSADO VOLVIÓ A DECLARAR
En la cuarta audiencia, desistieron cinco testigos y solo dos dieron su testimonio. Finalizada la jornada, nuevamente hubo incidentes a la salida del Tribunal.
Apenas pasadas las 9, se reanudó la audiencia por el crimen de Brenda Micaela Gordillo. En esta cuarta audiencia, estaba prevista la presencia de siete testigos. Sin embargo, desistieron cinco de ellos –sus testimonios se incorporaran por lectura- y finalmente dieron su testimonio dos de ellos.

La audiencia se desarrolla en la Cámara Penal de Primera Nominación. El Tribunal está integrado por los jueces Fernando Esteban, Carlos Moreno y Mauricio Navarro Foressi. El Ministerio Público Fiscal es representado por los fiscales Jorge Silva Molina y Hugo Leandro Costilla, ambos acompañados por los abogados de la querella Sebastián Ibáñez y Bruno Jerez. La defensa es ejercida por el abogado Gonzalo Ferreras.

Vera debe responder por el delito de «homicidio doblemente calificado por haber mediado una relación de pareja y por femicidio». El crimen sucedió el 1 de marzo de 2020. Desde entonces, está detenido.

La primera testigo en declarar fue una empleada policial del Puesto Caminero de Las Rejas. La numeraria recordó que en la mañana del 1 de marzo del año pasado realizaba el control en dicho punto. Allí, se encontró con Naim Vera, cuando transitaba por la Ruta Provincial Nº 4, con sentido oeste-este, hacia el centro capitalino. “Dijo que venía de dejar a su novia en su domicilio. ‘Me voy a casa’. Tenía la documentación al día y lo dejé pasar. No demostró que haya estado preocupado o nervioso”, recordó.

Luego, fue el turno de un joven, conocido de Brenda Micaela. El testigo contó que hablaba con la joven “por mensajes. Me dijo que estaba con alguien y que debía respetar”. Tras esta situación, se dejaron de ‘mensajear’ por un tiempo. A la vez, contó que si bien Naim Vera le había dicho que no se meta “porque ellos estaban en algo. No tenía muy en claro, pero sabía que en algo estaban”.

Según su testimonio, había tenido contacto con Brenda Micaela “un mes y medio antes de lo sucedido”. No obstante, esta comunicación “fue todo por mensaje”.

Luego, el acusado Naim Vera, haciendo uso de derecho a la defensa, volvió a pedir la palabra. Su pronunciación fue muy breve, con relación al supuesto sicario –como se había declarado en jornadas anteriores- que habría contratado para atacar a Brenda Micaela. A la vez, decidió no responder preguntas. “Nunca pagué a nadie para que le haga daño a Brenda”, aseguró.

Luego, el Tribunal pasó a un cuarto intermedio. La audiencia se reanuda el miércoles, a las 9, con la comparecencia de una nueva ronda de testigos.

Incidentes
A la salida de la audiencia, familiares y amigos de Brenda Micaela, apostados detrás de las vallas ubicadas en San Martín y Junín arrojaron huevos a Naim Vera, mientras salía del edificio hacia la unidad de trasladado del Servicio Penitenciario Provincial. A la vez, se escuchaban fuertes insultos. Periodistas que cumplían con su labor resultaron alcanzados por los huevos.

 

La violencia vulnera el derecho a la defensa
Jornada a jornada, la tensión y la violencia van en aumento. No es el primer caso por “femicidio” que se juzga y, como sucedió en debates similares, se preparó un mismo operativo de seguridad. Sin embargo, en las últimas audiencias, los procedimientos debieron reforzarse.

Gonzalo Ferreras, abogado a cargo de la defensa de Naim Vera, consideró que se aplica “la pena del banquillo”. A la vez, indicó que se “se genera cierto grado de tensión, colocando a los Vera como si fueran de alta alcurnia, una cuestión de clase. Su nombre es Naim Vera y se insiste con Vera Menem. Nada que ver con el expresidente. El abuelo de Naim era mecánico. Son cosas que generan más violencia y un caldo de cultivo”.

El letrado tiene 16 años de experiencia litigando en tribunales de Córdoba, donde se realizan juicios con jurados. En su trayectoria, en general defendió a mujeres. Remarcó que el caso en cuestión tiene sus cuestiones morbosas pero, irónicamente, advirtió “para quien defiende a un femicida, nada. El femicida no merece ni defensa. Es muy peligroso. Se trata de condicionar, como diciendo ‘no vamos a aceptar otra respuesta’. Se está vulnerando el derecho a la defensa. Hay una obstaculización”.

En este sentido, aseveró que se aspira a que haya Justicia. Para ello, el acusado debe poder defenderse. “Si el acusado no se puede defender, entonces es injusto”, indicó.

Sobre el procedimiento, advirtió que se pudo haber dilatado el proceso, a través de varios recursos. A la vez que Vera evacuó todos los interrogantes cuando declaró. “Se investigó y no se le puso ni una traba. No apelé nada. Se habla de impunidad y desde hace un año y cuatro meses está detenido. Le he facilitado. En la etapa más dura de la pandemia, hacía las audiencias –desde Córdoba- por videollamada. No hubo paridad de armas. Estar presente, mano a mano, no es lo mismo. Es un trato desigual”, detalló.

Por último, remarcó que en Córdoba debates como éste, por «homicidio doblemente calificado por haber mediado una relación de pareja y por femicidio» se realizan con jurados populares. «Estoy acostumbrado a este tipo de problemática, sobre todo a cuestiones de género, en lo que me he metido mucho», contó.

 

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