Asesinato del ministro en funciones Juan Carlos Rojas
Realizó una extensa ampliación de declaración testimonial como querellante y como víctima. Cuestionó duramente al fiscal Costilla.
Durante más de cuatro horas declaró ayer Natalia Rojas, hija del asesinado ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Juan Carlos Rojas, y durante su exposición aportó detalles de lo que vio y escuchó en los días posteriores al crimen, cuando la casa del líder gastronómico y presidente del partido Tercera Posición fue escenario del supuesto trabajo de decenas de especialistas en busca de elementos que permitan esclarecer el homicidio.
«Vine a ampliar la declaración original que realicé el 7 de diciembre de 2022, porque el cuerpo de mi papá fue hallado el 4 de diciembre. Busqué aclarar las circunstancias que rodearon al hallazgo del crimen, cómo se fue dispersando la información y quiénes fueron llegando a la casa», explicó a El Ancasti.
A la salida de la audiencia y en compañía de su abogado Iván Sarquís, advirtió que el fiscal de la causa, Hugo Costilla, «nunca nos recibe» y consideró que la información que suministró fue “pormenorizada sobre cosas que vi y escuché y me llamaron la atención, teniendo en cuenta que fiscalía está haciendo mucho hincapié en el momento de la entrega de la casa (a mi hermano Fernando), y la conducta posterior de la familia en el lugar del hallazgo».
«Creemos que la investigación está fijada sobre la línea familiar y no vemos, a pesar de aportes que venimos haciendo y que están direccionando las pesquisas hacia otros lugares, que (el Ministerio Público Fiscal) tenga interés en profundizar esas líneas. Se ha estancado en la hipótesis familiar», agregó.
Dijo que si bien es la segunda exposición que realiza, con muchas horas declarando, «probablemente haya un tercero y un cuarto día ampliando la declaración». Hizo hincapié en que «la hipótesis que gira en torno a la familia no tiene ningún tipo de asidero porque no hay elementos para que se mantenga tanto tiempo», y sostuvo que «naturalmente estamos dando a la fiscalía todo lo que podamos aportar, aun sabiendo que lo único que le interesa es avanzar sobre la hipótesis de mi hermano Fernando», quien recibió la casa luego del crimen.
A pesar del tiempo transcurrido desde que se inició la investigación y los nulos avances informados, aseguró que junto a su entorno familiar «tenemos la esperanza de que el fiscal pueda encontrar los medios necesarios para avanzar en otras líneas investigativas, porque las hipótesis de conflicto no estaban en la familia. Y por lo que vemos con nuestro abogado, en el expediente abundan las hipótesis de conflicto que no están dentro de la familia y no son investigadas».
«Creo que es mucho más cómodo no investigar a la gestión de gobierno actual, a los políticos, los proveedores, a gente con recursos, y se queda en lo chiquito perdiendo el tiempo y con nosotros en el medio preguntándonos, porque lo único que hace es apuntar hacia nosotros», apuntó.
Sostuvo además: «Pensamos que para el fiscal hay una intención corporativa de echarle la culpa a la familia por las falencias de la investigación, que a Fernando lo acusan de que él hizo la limpieza de la sangre que dejó la muerte de su papá en el fondo de la casa como si fuera una maniobra de encubrimiento cuando en realidad fue la misma fiscalía la que hizo entrega de la casa, y le dijeron ‘ya terminamos. Pueden limpiar, nos vamos’. Ése fue el error que cometieron, ahí está todo la cuestión y no quieren gira la investigación hacia otro lado», señaló.
Remarcó asimismo que si efectivamente Fernando no podía limpiar, «¿no correspondía que dejen una consigna para que preserve el lugar del hecho o que no entreguen la llave de la casa hasta que se sepa el resultado de la autopsia? ¿Por qué no se lo acusó de eso al fiscal (Laureano Palacios) que estuvo en un primer momento y que le hicieron un jury de enjuiciamiento? Y este otro fiscal, sabiendo eso, pretende acusar de una supuesta maniobra de encubrimiento a la familia. ¿De qué mes están hablando?».
Aseveró igualmente que para la fiscalía su hermano es sospechoso «porque fue a la casa de un vecino que tenía una cámara de seguridad tipo IP, y al fiscal le resulta llamativo que él haya ido a esa casa averiguando qué había pasado ese día (del homicidio de su padre), en lugar de preservar esa cámara siendo que él es especialista en sistemas. Y nosotros nos preguntamos, ¿qué pasó con esa cámara? Fueron cinco peritos oficiales a verla. ¿Qué pasó?».
Por su parte y en cuanto a la polémica generada por los resultados de los cotejos de ADN, su abogado advirtió: «Se hizo pasar a 15 mujeres por tremendas situaciones, no se les explicó para qué era y a nosotros como querella y como víctima -que somos los primeros a los que debieron informarnos- porque se trata de las sábanas que usaba Juan Carlos, no nos informaron como se debe. Tuvimos que venir a protestar para que nos den un resultado».