HABRÍA ACTUADO COMO ENCUBRIDOR
Es hermano del detenido por el crimen ocurrido en Antapoca. La pareja será indagada hoy por homicidio calificado.
El círculo de sospechosos de haber participado en el homicidio de Hugo Ariel Ocampo (37) parecía cerrarse con la pareja integrada por Enzo Morales (32) y Cintia Soledad Bazán (28). No obstante, en las últimas horas se confirmó el arresto de un hermano de Morales, quien fue privado de su libertad ayer a la mañana.
El dato fue confirmado a El Ancasti por fuentes ligadas a la investigación, quienes sostuvieron que esta persona habría cooperado como encubridora y en las próximas horas pasaría a calidad de detenida en la causa que es instruida por los fiscales en feria, Yésica Miranda y Hugo Leandro Costilla.
Por otro lado se confirmó que la pareja será indagada hoy en un lugar a confirmar. Bazán fue acusada de «homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por alevosía», en tanto que Morales por «homicidio calificado por alevosía».
La mujer será asistida por el abogado defensor Orlando del Señor Barrientos. Morales contará con defensor oficial.
Por su parte, la familia de Ocampo analizaba realizar una presentación en Fiscalía de Instrucción en feria para constituirse como querellante en el caso, para poder tener acceso directo al expediente.
Autopsia
Cerca de la 1 de la madrugada de ayer culminó la operación autopsia de Ocampo, la cual se realizó en la morgue municipal y se confirmó que la causa de muerte fue estrangulamiento y traumatismo de cráneo, según el informe del médico forense.
Por otro lado, trascendió que fueron halladas en allanamientos partes de la Motomel Blitz perteneciente a Ocampo.
El adiós
En el Cementerio Municipal, familiares y amigos de Ocampo lo despidieron ayer a la tarde con gran dolor. Antes de concurrir al sepelio, realizaron una marcha por el centro de la Capital pidiendo justicia por el crimen. De la caravana participaron más de 70 personas que se transportaban en autos y motocicletas.
Carlos Ocampo, hermano de la víctima, adelantó que se realizarán varias marchas de silencio para orar y pedir justicia por el crimen: “Creo en la Justicia y voy a estar hasta el último día que salga el juicio por mi hermano”, expresó.
Además, respecto de las dos personas detenidas y las versiones vertidas por éstas, opinó que “es imposible que una sola persona haya hecho esto, es algo que no tiene sentido ni fundamentos”.
El comentario de Ocampo fue luego de que la acusada Bazán asegurara que cometió el crimen sin ayuda, pretendiendo desligar del caso a su pareja, Morales.
Un pozo de veinte metros de profundidad
El cuerpo de Hugo Ariel Ocampo fue arrojado en un pozo de aproximadamente veinte metros de profundidad, el cual estaba ubicado en una zona descampada de la localidad de Antapoca, en el departamento Valle Viejo.
En ese conducto tuvo que ingresar personal del Grupo Especial de Rescate (GER) para lograr retirar el cuerpo del hombre que era buscado por su familia desde el lunes 18.
La zona había sido marcada por el perro «Roco» de la División Canes de la Policía de la Provincia, luego de los rastrillajes que se realizaron el domingo a primera hora de la mañana.
Esto fue ratificado por la fiscal general, María del Milagro Vega, en declaraciones realizadas a El Ancasti. Vega desmintió que Cintia Bazán, la acusada, se quebrara y confesara ante los policías.
«Ninguna persona se quebró. Eso está totalmente descartado, el hallazgo lo realizó la División de Canes de Policía de la provincia. Ellos trabajaron con anterioridad y fueron progresando con lo que buscaban. El hallazgo surgió por la eficiencia del grupo».
Vega aclaró que «ahora viene la parte más difícil, que es reunir toda la evidencia. Ahí hay que tener un poco de paciencia, porque hay que tener pruebas para desvirtuar el estado de inocencia que tenemos todos los ciudadanos».
El caso
El cuerpo de Ocampo fue encontrado el domingo a las 10 luego de que el can «Roco» marcara una zona en la que se observara una edificación a medias y un aljibe en desuso, en donde se localizó el cuerpo de un hombre. Posteriormente se confirmó que se trataba de Ocampo, quien había sido visto por última vez el lunes 18 a las 6, cuando supuestamente se marchaba a trabajar en uno de los puestos de Aguas de Catamarca SAPEM, en la zona sur de la ciudad.
Sin embargo, ese día Ocampo no debía presentarse a trabajar y surgieron las sospechas sobre su paradero.
De su círculo íntimo surgió el dato de que había mantenido una relación paralela con Bazán y que en el último tiempo había intentado retomar el vínculo.
Supuestamente la mujer lo habría citado engañado ese lunes ya que en el punto de encuentro también estaba Morales. Posteriormente fue asesinado.
Antecedente
La historia entre ambos tuvo un antecedente violento, ya que en el 2020 ambos protagonizaron un hecho de sangre en el que también habría estado Morales, el otro detenido por el crimen.
En esa oportunidad, Ocampo sufrió un puntazo en uno de sus brazos que le causó un extenso corte que, al cerrarse, dejó una gran cicatriz que Ocampo intentó ocultar con un tatuaje.
Similitudes con «el crimen del motel»
En su etapa inicial, el asesinato de Hugo Ocampo tiene similitudes en el modus operandi con el «crimen del motel», como fue conocido el caso ocurrido en la madrugada del 21 de julio de 2016 cuando Jorge Mauricio Herrera fue ultimado de varias puñaladas.
Paola Ferreyra y su pareja, Ariel Leguizamón, fueron detenidos e imputados por el crimen. Según la pesquisa ambos habían planificado la cita con Herrera, al que mataron en la entrada de la habitación. Herrera mantenía una relación sentimental con Ferreyra, la cual fue descubierta por su pareja.
En octubre de 2017 ambos fueron sentenciados a prisión perpetua por el delito de «homicidio calificado por alevosía». No obstante Ferreyra fue absuelta y liberada luego de que la Corte de Justicia considerara que la mujer había sido víctima de violencia de género.