PODRÍA SER CONDENADO A LA PENA MÁXIMA: PRISIÓN PERPETUA
Para la joven imputada pidió cinco años como partícipe secundaria y para Joaquín Escalante, tres años y seis meses.
“Yo no lo hice”, relató Gabriel “Gabocha” Carrizo, el principal acusado por el brutal crimen de Luis Héctor Calderón, ocurrido el 16 de enero de 2019 en Belén. Por ello, fue coimputado junto con una joven, adolescente al momento del hecho y quien era su novia, por los delitos de “homicidio doblemente agravado por alevosía y para facilitar, consumar y ocultar otro delito para asegurar el resultado y la impunidad (criminis causa)” y “robo en concurso ideal”. Junto con ellos, Joaquín Escalante, quien fue acusado por “encubrimiento agravado”.

La audiencia se realiza en el Salón Cultural Luis Franco de la ciudad de Belén. La Cámara de Sentencia Penal Juvenil está integrada por los jueces Rodrigo Morabito, Luis Guillamondegui y Mauricio Navarro Foressi. El Ministerio Público Fiscal está representado por el fiscal del fuero especializado Guillermo Narváez, quien está acompañado por el abogado de la querella Walther Falcone. En tanto que el abogado del foro local Roberto Mazzucco asiste a los novios de Belén y su colega Pablo Vera Aráoz asesora a Escalante.

En la mañana, los acusados decidieron declarar pero sin responder preguntas. Joaquín Escalante fue el primero en dar su testimonio. Negó lo oportunamente declarado en la etapa de instrucción y no reconoció su firma. También contó que al momento de conocer la noticia del fallecimiento de Calderón, le preguntó a Carrizo si «se había enterado de la noticia». “Gabocha” le respondió que sí pero en un siguiente mensaje escribió «después te cuento algo. No digas nada». También dijo que rompió el teléfono porque tenía contactos de personas que le suministraban droga.

A su turno, “Gabocha” Carrizo insistió en su inocencia. “Yo no lo hice… Fue todo un circo, armado por mí para que le dejen de pegar”. A la vez, aseguró que la primera defensa a su cargo le recomendó que se hiciera cargo. En tanto que la joven solamente hizo mención a los hechos posteriores al descubrirse el crimen y los primeros momentos de la investigación.

Alegatos

Por la tarde se reanudó la audiencia con la instancia de los alegatos. El representante del Ministerio Público Fiscal consideró que se trató de “un hecho de sangre, criminal, lamentable e histórico para esta ciudad. Vio truncada su vida por un criminal y la participación de una jovencita”.

Para el fiscal, el fin era lograr el encubrimiento y la impunidad del delito. La primera declaración indagatoria de Carrizo fue una confesión del hecho, sostuvo. Según Narváez, hubo un “designio criminal de dar muerte. Esto lo sabía su consorte desde un comienzo. Hubo premeditación, un plan delictivo en conjunto. Ambos sabían del medio que iban a utilizar y del resultado. Había un acuerdo de voluntad hacia un fin delictivo. ‘Gabocha’ describió los lugares de la primera agresión y la segunda agresión normal. Conocía el lugar; no es una declaración inducida. La sociedad pide justicia por este crimen aberrante”, remarcó.

A la vez, puso énfasis en las pericias psicológicas que, entre otras cuestiones, dan cuenta de la motivación económica para consumar el hecho de sangre. Remarcó que aquéllas fueron concluyentes con la personalidad compatible de ambos, de la pareja: personalidad psicopático, perversa, sádica, sin respeto a los semejantes. “La agresividad se consigna en la pericia psicológica de ella y de Carrizo. No presentan arrepentimiento. No hay sentimientos de culpa. No les interesa la vida humana. Estaban unidos no por el amor sino por un plan criminal”, sostuvo.

También, hizo mención a las pericias médicas. Indicó que los hematomas, inflamaciones y lesiones en los nudillos de Carrizo tienen un período de evolución de 72 horas. “Es el proceso de una lesión. La mano derecha es la mano mortal; es el puño que utilizó para acabar con la vida de Calderón. Aplicó su fortaleza, golpeando y contragolpeando al occiso. Atacó arteramente a Calderón por su contextura física, su edad y su estado, aprovechó el momento para atacar con fines de robo. Fue atacado con su puño. La muerte era el medio para lograr el resultado de robo”, detalló.

Dada la violencia con la que se cometió el crimen, el representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo el agravante de “alevosía”. “Hubo un aprovechamiento, sin riesgo para él –por el acusado-. Obró sobre seguro”, señaló. Al mismo tiempo, destacó con el agravante “criminis causa” “hay una conexión subjetiva final”.

Para el fiscal, se cometió un “atroz crimen” y Carrizo, mientras lo consumaba, enviaba “durante todo ese tiempo mensajes de whatsapp y estaba comunicándose con su consorte. Ella incitó para que se cometiera el crimen. Ella lo incrimina. Hubo un apoyo psicológico y moral para ejecutar el hecho premeditado. Lo incitó para que culmine el plan criminal. Le estaba diciendo ‘ésta es tu oportunidad. No sé si tendrás otra oportunidad’. Considero que hay una participación secundaria. Ella lo incitaba a realizar el robo”, insistió.

El fiscal penal juvenil mantuvo la acusación para “Gabocha” Carrizo y pidió la única pena prevista para el delito endilgado: prisión perpetua. Mientras que para la joven mantuvo la acusación pero cambió el grado de participación. De esta manera, pidió cinco años como partícipe secundaria por el delito de “homicidio doblemente agravado”. En tanto que para Escalante solicitó tres años y seis meses de prisión.

Otros planteos

A su turno, Walter Falcone, el abogado de la querella, remarcó las contradicciones que surgieron durante el debate. Por ello pidió prisión perpetua para la pareja imputada y una pena de seis años para Escalante. Consideró que la joven debe ser condenada como coautora y no como partícipe secundaria, porque al dudar Carrizo ella lo insta.

A la vez, indicó que Escalante y Carrizo habían manifestado que no tuvieron contacto más allá de esos tres mensajes. Sin embargo, Falcone advirtió que en las pericias telefónicas se constata que hubo tres llamadas y después eliminaron los chips y Escalante, el celular. Finalmente, solicitó justicia por el docente Calderón y una condena ejemplificadora.

Al cierre de esta edición, los abogados de la defensa continuaban con sus respectivos alegatos. Mientras tanto, fuera de la sala de audiencias, familiares y amigos de los acusados y de la víctima realizaban una vigilia. Tras un cuarto intermedio, finalmente hoy el Tribunal dará a conocer el veredicto.

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