En el banquillo de los acusados
Toman fuerza los testimonios que acreditan el contexto de violencia y el abuso a la víctima. El propio acusado había reconocido que tuvo una relación con ella cuando ésta era adolescente.
Ramón Elpidio Guaraz, exintendente de Bañado de Ovanta, Santa Rosa, ocupa el banquillo de los acusados para responder por abuso sexual y fraude a la administración pública. El debate comenzó la semana pasada y, de acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, comienza a desmoronarse la versión del exjefe comunal imputado. Si bien varios testigos ofrecidos por la defensa –empleados municipales y familiares de la denunciante- declararon no haber visto nada y también cuestionaron a la víctima, algunos testimonios ponen de relieve el contexto de asimetría de poder en el que se encontraba la víctima.
«Ella fue mi pareja por un tiempo largo pero por ahí en las parejas hay separaciones, distanciamientos. Aparentemente a ella le cayó muy mal esto. Todos en Bañado de Ovanta conocen cómo fue el trato mío con ella, fue excelente, la cuidaba, la respetaba, tenía todo a su servicio. Con la denuncia de ella, su madre, sus hermanas y su abuela salieron en defensa mía», había declarado públicamente Guaraz a finales de 2022.
En la primera audiencia de debate, desde el banquillo de los acusados, Guaraz reconoció que tuvo una relación de pareja con la denunciante. También negó haber agredido a quien era su pareja y aseguró que no la encerró en su casa. Compungido, Guaraz contó su versión. Detalló que la relación que ambos tenían era muy buena. Además, expresó que tal vez se equivocó al haber tenido una relación con una muchacha tan joven.
A preguntas del Ministerio Público Fiscal, el acusado recordó que la relación con la denunciante había comenzado cuando ella aún estaba cursando el secundario. Ella era una adolescente, menor de 18 años; él promediaba los 55. Luego, Guaraz decidió no responder preguntas de la Fiscalía ni tampoco de la querella.
En la segunda jornada, la joven contó su versión. Su testimonio se prolongó durante cuatro horas y debió ser asistida por personal del SAME. A ello se sumó este martes un posteo en su perfil de Facebook. «Es una lucha contra todo un sistema mafioso de poder (…). En esta lucha tan despareja que no es contra una persona, es contra todo un sistema mafioso y de poder, realicé una denuncia hace ya tres años. La misma se encuentra en la instancia final del ‘juicio’ en el cual se está poniendo a prueba a cada uno de los testigos que en su momento aportó o no la verdad. Quiero hacer referencia en algo, yo propuse nada más que un testigo. Es mi palabra contra la de muchos empleados municipales de ese momento y contra mi ‘familia’, la cual dependió siempre económicamente de mi denunciado”, expresó la joven.
El testimonio de la profesional del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF) del Poder Judicial que realizó la pericia psicológica oficial determinó que hay clara evidencia de abuso. Es decir, la pericia sostiene la denuncia realizada por la víctima.
Entre los testigos que se presentaron ayer se destacó el testimonio de una psicóloga de la Secretaría de Familia del Ministerio de Desarrollo Social, presentada por la defensa. Por entonces, esta dirección estaba a cargo de Eduardo Codevilla. La profesional habría realizado una intervención pero el informe en cuestión no habría ingresado al sistema. No habría constancia al respecto.
Por cuerda aparte
En relación con la causa por fraude a la administración pública, se presentaron tres testigos, entre ellos uno de los proveedores. Se indicó que la factura original no se correspondía con la documentación presentada. También declararon contadoras del Tribunal de Cuenta. Ambas profesionales ratificaron sus informes. Este organismo había impulsado la denuncia contra el exintendente. El debate continúa hoy con una nueva ronda de testigos en la Cámara de Sentencia en lo Criminal de 1ª Nominación.