EN NUEVA FECHA DEL PREMIER PADEL
En la final, perdieron ayer con el español Alejandro Galán y el argentino Federico Chingotto por 2-6, 6-2 y 6-2.

El catamarqueño Agustín Tapia, en pareja con el español Arturo Coello (la dupla uno del mundo), no pudo coronarse ayer al caer en la finalísima del Mar del Plata Premier Padel P1, que se desarrolló en el estadio Polideportivo de la “Ciudad Feliz”.

En el encuentro final, Tapia-Coello perdieron ayer con el español Alejandro Galán y el argentino Federico Chingotto (números dos) por 2-6, 6-2 y 6-2, en una hora y cuarenta y un minutos de juego.

Sobre la final, que fue seguida por ocho mil espectadores, ESPN indicó: “No empezó de la mejor forma la final para Chingo y Ale, porque en el primer set fueron dominados por los Nº1. Galán no encontró en esa manga inicial el ritmo que venía mostrando en las últimas semanas y, aunque hizo valer su smash, no realizó tantos winners como está acostumbrado. La manga fue un paseo para los Nº1, que ya en el segundo juego tuvieron dos chances de quebrar el servicio rival”.

Y prosiguiendo, añadió: “No lo lograron pero se tomaron revancha en el siguiente turno para poner el 3-2. Sufrieron el contraquiebre en el quinto juego pero enseguida volvieron a romper, en el sexto y el octavo game, este última para cerrar la manga”.

Luego, en el segundo set, “la tendencia se revirtió. Porque Galán y Chingotto aumentaron su velocidad de bola y, en contrapartida, los Nº1 se desinflaron. Los globos de Tapia y Coello ya no fueron tan buenos y eso permitió, por un lado, más puntos de smash de Ale, y por el otro, que Chingo comenzara a apurar más con la víbora”, señaló.

Además, remarcó: “Quiebres en el quinto y séptimo game fueron suficientes para que los Nº2 se anotaran la manga con una facilidad sorpresiva. A los Nº1 se los notó en esos pasajes algo agotados físicamente. Sobre todo a Tapia, tocado por un proceso gripal que atraviesa hace algunos días. Dio la sensación de que la energía le alcanzó solamente para estar a tope en el primer set”.

Y cerraron, sosteniendo que “el tercero fue parecido al segundo. Fede y Ale, más picantes en sus tiros que los líderes del escalafón mundial, se aprovecharon de las dudas de sus rivales en los momentos claves, rompieron el saque rival en el quinto y séptimo juegos para festejar un título que lo convirtió por primera vez a Chingo en profeta en su tierra. Tan bueno fue el rendimiento de Chingotto que le robó la preferencia del público argentino, que suele inclinarse por Tapia y esta vez coreó en varios pasajes su nombre”.

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