EN LA JUSTICIA PENAL JUVENIL
Las defensas de los acusados se opusieron a la elevación a juicio y solicitaron cambio de carátula.
En la Cámara Penal Juvenil se realizó ayer una audiencia a pedido de las defensas de los acusados por el crimen del profesor belicho Héctor Calderón (59), donde los defensores plantearon una serie de nulidades y el cambio de carátula.
El tribunal estuvo presidido por Fabricio Iván Gershani Quesada, en compañía de Fernando Esteban y Carlos Moreno, jueces de la Cámara Penal de Primera Nominación.
En la audiencia, Roberto Mazzucco, defensor de Gabriel “Gabocha” Carrizo (21) y su novia que al momento del hecho tenía 17 años, planteó una nulidad y se opuso a la elevación a juicio.
Los dos jóvenes deben responder por los supuestos delitos de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por criminis causa” y “robo en concurso ideal”.
Por su parte, Silvia Barrientos, defensora de Joaquín Escalante, quien está imputado por “encubrimiento agravado”, también se opuso a la elevación a juicio y pidió un cambio de calificación a «encubrimiento simple».
A su vez, Walter Falcone, abogado de la querella, vía videoconferencia desde Belén pidió que se mantenga la elevación a juicio.
En este marco y ante las demandas de las partes el tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el viernes 9 de octubre.
Ese día se definiría la situación procesal de los acusados en el Fuero Penal Juvenil, que ejerció como Fuero de Atracción y llevó adelante la investigación por la participación de una adolescente.
Calderón era un reconocido docente de Belén y sus vecinos lo llamaban “Tío Héctor”. En enero de 2019 un sobrino se dio con la brutal escena de crimen. Tras las pericias se estableció que fue ultimado a golpes, en su chalet de tres pisos ubicado en el centro de Belén.
A partir de la investigación a cargo del fiscal de la Tercera Circunscripción Judicial, Jorge Flores, se pudo determinar que Calderón murió de manera violenta en la madrugada del 16 de enero.
El docente vivía solo y al realzar las pericias en el lugar del hecho se comprobó que faltaba dinero y que su celular fue quemado en la estufa.
La saña con la que se cometido el crimen del conocido docente causó conmoción en toda la zona.
A partir de los avances en la investigación y la producción de pruebas el fiscal, consideró que se trata de uno de los crímenes que más revolucionó a la opinión pública belicha. “Evidentemente fue un caso que nos tuvo en vilo y sin dormir tres o cuatro días hasta que pudimos descubrir, pero está esclarecido», aseguró.